miércoles

En bandeja

A veces ni siquiera es necesario chascar los dedos en actitud chulesca para que un apuesto camarero traiga la bandeja repleta. Las venganzas se sirven solas, y ni siquiera, en la mayoría de los casos, es necesario que nadie las ordene. Yo elegiría que la venganza fuera de sabor exquisito, a ser posible, presentada sobre una blonda finísima y blanca como la nata montada, pero nada dulce... a mí me tira más lo salado. Distingue mi paladar con mayor fruicción un buen jamón que un buen merengue.

Doy mi palabra de que no lo orquesté, ni aún siquiera teniendo en mis manos la posibilidad de hacerlo de una manera extraordinariamente sencilla, pero deseé que ocurriera y el destino se ocupó de que se alineara mi deseo con ese afán de justicia que prevalece ante casos tan cruentos como el de esa putilla a la que nunca le bastó con inventarse una vida.

Confundir un apasionante viaje por Europa con un embarazo es algo que sólo te pasa a tí. Del mismo modo que confundiste mi cauto silencio con mi desconocimiento. Eso no me duele nada. Pero no soporto los aires que te das de chica Cosmo sólo por el mero de hecho de que creas que nos tragamos tus miserias tal y como tu las concibes en tu mente demente. Hay que ser gilipollas!

Que no rica, que no. Que ese al que llamas tu novio y con el que dices quedarte dormida en el sofá viendo la tele, es el novio de su novia y a esas horas seguro que anda cambiando pañales al recién nacido.

Que esa ropita tan mona y tan cara que dices pagarte de tu bolsillo, es el precio que le pones a ese "señor" por tenerte contenta y con la boquita cerrada ante la amenaza de que no desveles un secreto que a nadie dolería tanto como a tí porque nadie se lo cree salvo tú.

Que ese viaje a Europa super romántico que nunca llegaste a hacer no fue porque tu "suegro" tuviera que ser operado de urgencia de un cáncer triple, sino porque su señor hijo, andaba metido en el quirófano asistiendo al parto de su primer hijo; lástima que no hayas conseguido engañarle y ser tú la madre, verdad? Pues te jodes princesa de mierda.

Hay que ser hijadeputa, sí, hi-ja-de-pu-ta para inventarte que ese señor tuviera por cáncer un rosario que le estaba minando éstómago, higado y páncreas... y fíjate tú lo que son las cosas... qué buen aspecto tenía ayer. Se ha recuperado de maravilla. Ten cuidado, niñata, que jugando con fuego lo más normal es que te quemes; y no seré yo quien encienda la mecha... pero vamos, bastante vergüenza habrás pasado cuando tu suegro te habló de usted... que es como se le habla a una desconocida... y cuando esta que escribe, que le conoce algo más que tú le dio la enhorabuena por ese nieto al que tú habías bautizado con el nombre de "Europa"... Me parto y me mondo... qué zorra eres hija... y que vergüenza me da oirte hablar de lo malas que son las Ivones Reyes del cuore que le quieren sacar los cuartos a los Pepes Navarros de la vida...
Arrrrrrrrggg qué ascazo... tí sigue, que yo me voy a sigue callando como lo que no soy -tú si lo eres, puta- y esperando que los camareros imaginarios de la vida sigan sirviendo bandejas suculentas de verdades como hostias.

Hasta que alguna se te caiga en la cabeza y se te deshaga ese montón de mierda que tienes por cerebro. Guapa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario