sábado

Confidencialidad

Me cuenta un pajarito que al pajarraco le han soltado 300.000 eurazos, previa firma de un contrato de confidencialidad. Manda güevos. Ya me imaginaba yo que después de media vida dedicado a bucear en el océando de una empresa de tal embergadura y tanto "envergadurismo", no bastaría con ponerle de patitas en la calle: antes habría de asegurarse de que el pájaro mantuviera el pico cerrado. Que digo yo, que tal acuerdo, lo que pretende es blindar las acciones y omisiones de los mismos que le largan por haber hecho lo mismo que quieren ocultar. Un sinsentido. Tarde o temprano caerán como moscas, quizás más ahora, que un soplo de aire fresco parece entrar por la ventana de la azotea...

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